Wednesday, May 26, 2010

Gabo

Gabo, o Gabriel Mejía Chávez. En la primaria era un nombre con suma importancia para mi. ¿Porqué? pues porque desde segundo de primaria hasta ya pasado un cuarto de año escolar de primero de secundaria fué una persona que estuvo presente en muchos aspectos de mi vida infantil.

Cuando llegué al Queen, uno de mis primeros recuerdos de ese año escolar es una niña llamada Sagrario, a quien conocí en un curso de verano en esa isma escuela diciéndome "Tu no vas en segundo, vete a mi primero", de ahí tengo un pequeño bloque de "negros" en la secuencia hasta llegar a segundo rojo (bieeen que me acuerdo) y sentarme cerca del escritorio de la maestra, y voltear a ver a 2 niños, que me veían a mi... el nuevo, el cosa rara, el niño con lentes... uno de ellos, José Ángel, no dió el promedio necesario para continuar en la escuela hacia el tercer año de primaria, y el otro... Gabriel Mejía, un alumno ejemplar, un deportista nato, un perfecto Bully que era uno de mis más grandes amigos y a la vez una de las razones de porqué odiaba tanto mi existir en la primaria.

En la primaria, éramos Gabo Alonso y yo... bueno eso después de clases, porque en clases era como cada quién por su lado. A la hora del recreo a mi me gustaba quedarme sentado y comer mi lunch y a ellos les fascinaba jugar fucho. Lo acepto, nunca fuí niño mariquita que no le gustaba ensuciarse y sudar como a los otros panboleros de mi grupo, pero eso se me fué quitando mientras más crecía mi querer al Americano. Saliendo de clases, siempre recuerdo que nuestras mamás se juntaban en un garage frente a la entrada, a comparle toritas de jamón a la Sra. Angélica y chismorrear, mientras Alonso, Rodrigo, Gabo y yo nos veíamos y platicábamos de mil y un niñadas.

Gabo y yo competíamos por todo y en todo. Desde quien completó primero las Pepsi Cards (yo) o quien dejó en el suelo a quien (el). Si yo era bueno en los videojuegos, el me superaba, si el sacaba el primer lugar de grupo un mes, al mes siguiente yo lo tumbaba.

Sin ser blanca paloma, porque el muy muy me robaba uno que otro cassette de super nintendo, pero era mi amigo, siempre lo defendí, si su mamá lo regañaba y lo hacía llorar, yo estaba ahí para hacerlo reir y olvidarnos de todo.

Hoy, 25 de mayo 2010, intentaron secuestrar a Gabo en la puerta de su casa. El, como siempre, dió pelea, e intentó librarse de los agresores. Estos tipos comenzaron a dispararle y le dieron un tiro en la cabeza.

Hoy nada me va a regresar a mi amigo. Hoy... si supiera que una madriza mas que me diera lo devuelve a la vida, dejaría que me tumbara al suelo, ni las manos metería. Hoy unos hijos de puta me arrebataron un hermano.

Hoy... no tengo mas palabras que decir... mi infancia se ve mas lejana que nunca, yo imaginaba que tal vez Gabo, Rodrigo y Al se verían de 70-80 en mi funeral... Mañana voy a ver a mis otros 2 amigos de la primaria, si no es que a mas, despedir a Gabo.

Nulla è reale, tutto è lecito. Requiescat in Pace.


Y los hijos de puta que están alcoholizados celebrando su supuesta hombría, el gusto de respirar les va a durar muuuy poquito. Créanme.

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